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Desarrollo psicomotriz

Durante la etapa infantil, a partir de los dos años los niños van mejorando habilidades como correr, saltar, trepar, bailar… A los 3 años, ya tienen adquiridas muchas de las capacidades motoras de un adulto.

A partir de entonces seguirá perfeccionándolas de forma progresiva. a través de la motricidad fina.

Todos estos avances permiten desarrollar lo que se llama “esquema corporal” es decir, cómo ve el niño su propio cuerpo y sus distintas partes. Se da cuenta de lo que puede hacer con él y de sus limitaciones.

Si el niño no ha tenido la oportunidad de moverse libremente, aumenta la posibilidad de un retraso en el desarrollo motor según lo esperado para su edad afectando a su globalidad, a todas las áreas de desarrollo.

Patologías más comunes

  • Psicomotricidad gruesa
  • Psicomotricidad fina
  • Problemas de coordinación motora
  • Equilibrio
  • Rigidez muscular
  • Hipotonía
  • Hipertonía
  • Retardo psicomotor
  • Hiperactividad motora

Psicomotricidad gruesa

La motricidad gruesa es uno de los dos tipos de habilidades motoras que tienen que aprender los niños durante su desarrollo. Tiene que ver con los movimientos que utilizan músculos de gran tamaño, como los de los brazos, las piernas o el torso. Las habilidades motoras gruesas son fundamentales para todas las acciones que realizamos en el día a día; por ello es importante que los niños con problemas en el desarrollo de la motricidad gruesa reciban ayuda lo antes posible.

Psicomotricidad fina

La psicomotricidad fina se refiere a aquellos movimientos del cuerpo que requieren más destreza, precisión y habilidad que ningún otro tipo de movimiento, ya que requiere mayor dominio y control, especialmente de manos y brazos. El desarrollo de la pinza digital de movimientos finos es lo que facilitará, más adelante, la grafomotricidad.

Problemas de coordinación motora

El trastorno de la coordinación motora es la falta de coordinación de un niño respecto de sus movimientos corporales. Esto se debe a una carencia en el aprendizaje de las habilidades motoras. No obstante, este es un trastorno muy heterogéneo. En consecuencia, un niño con trastorno de la coordinación motora puede tener problemas de motricidad fina o bien presentar problemas de equilibrio, dificultades para caminar, saltar o correr (motricidad gruesa)

Equilibrio

Desde el punto de vista neurofisiológico, el equilibrio depende de la información más o menos correcta que, a través de de las distintas vías aferentes, se integran al nivel cerebeloso y provocan ajustes automáticos a través de las repuestas motoras típicas a los desequilibrios que pueden producirse. El equilibrio aparece siempre en cualquier manifestación motriz como elemento sustentador.

Rigidez muscular

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Hipotonía

La hipotonía se refiere a la disminución del tono muscular, condición que hace que un niño puede estar más lacio y sin interactuar. En general, suele superarse solo, pero en los otros casos se necesita tratamiento inmediato, por lo que un diagnóstico precoz es indispensable para lograr la mejoría del paciente.

Hipertonía

La hipertonía es el aumento de tono muscular, normal en los recién nacidos en sus miembros superiores e inferiores, lo que sin duda habrás notado al ver cómo patalean y bracean los recién nacidos. Sin embargo, esta condición debe ir normalizándose a medida que el bebé crece. Si no es así y la hipertonía persiste, puede causar problemas de desarrollo.

Retardo psicomotor

Se caracteriza por la alteración del desarrollo de la coordinación motora inferior a la edad cronológica, el cual interfiere significativamente en el desarrollo de la vida del niño, estas alteraciones pueden ser torpezas, retrasos en el desarrollo motor de la infancia como gatear, caminar, sentarse, abotonarse la camina y amarrar las agujetas de los zapatos, así como dificultades al hacer rompecabezas, escribir, dibujar, etc.

Hiperactividad motora

Una de las características más llamativas del niño hiperactivo es, precisamente, la excesiva actividad motora que sobrepasa los límites normales para su edad y su nivel madurativo. Este exceso de actividad motriz se manifiesta normalmente por una necesidad de moverse constantemente y por la falta de autocontrol corporal y emocional. A pesar de ser éste el síntoma más llamativo de todo el trastorno y el que con mayor frecuencia hace que los profesores alerten a los padres.

Nuestro equipo de psicomotricistas y fisio-terapeutas atienden de forma conjunta los problemas que puedan surgir durante el desarrollo psicomotor en edad temprana.